martes, 25 de septiembre de 2012

VIVIR CON OJOS DE AMOR


Con los ojos del amor deambulo. Y es que todo lo que miro, casi todo lo que realizo, lo hago con amor. Y mirando con ojos de amor.
Mi enamoramiento va más allá de mis propios límites...
Me enamoro a cada instante, en cada momento... Todo es eterno en mi sentir... 
Todo me produce amor, y cuando no lo siento así, puedo estar segura de que algo me pasa. Algo poco positivo.
Mirando con ojos de amor, y de admiración me paso el día.
Cada día conozco personas diferentes, que me aportan con sólo saludarme. Y en ocasiones con mayor intensidad, en ocasiones con menor, pero me enamoro, porque ese es mi deseo y mi más íntima cualidad.
Ese amor se puede convertir en uno eterno, o también acontece que me desenamoro a los pocos segundos... Pero me enamoro y miro con los ojos del amor.
Me llevaba decepciones cuando tenía menos edad, y actualmente también me ocurre, aunque con menos intensidad y comprendiendo al final, que no son los demás los que me decepcionan, si no mi errada manera de ver, de visualizar las cosas de una manera más simple, más sencilla, menos corrupta...
Y me enamoro a cada instante de las cosas que nos pasan a diario... La vida es amor... amor eterno, amor caduco, amor distante, frío, acalorado o apasionado.
Me enamora saber dónde estoy parada, y que mi mayor preocupación sea si podré jugar a lo que quiera o tendré que ir en busca de dinero para cambiarlo por diversión.
Me enamora vivir el día a día como si fuera el primero de todos, o quizá el último.
Me enamora saberme con esa cualidad para disfrutar de la vida intensamente...
Me enamora el camino al trabajo, y la vista que tengo desde mis emociones.
Me enamora hacer lo que me plazca en casi todos los momentos, y me enamora compartir con las personas que quiero hacerlo.
Me enamoran los hombres descalzos por la playa, y que me regalan una sonrisa, también las féminas que lo hacen, naturales, sencillas y honestas...
Me enamora la buena energía que desprende el aire desde mis pulmones, y los atardeceres siempre distintos que veo desde la orilla del mar...
Me enamoran las estrellas cercanas, y las que no puedo ver, también me enamoran...
Me enamora el latido de mi corazón cuando coordina con mi voluntad de repiquear...
Me enamora poder caminar en coche, o delicadamente por la acera.
Los pájaros cantando, y las risas de los escolares que recrean justo debajo de donde vivo.
Veo la vida con amor, con satisfacción, y como un puente hacia un infinito perfecto...