jueves, 30 de junio de 2011

DESENCANTO



Desencanto...

Los desencantos de la vida. A veces nos emocionamos demasiado deprisa con las cosas, no queremos creer cosas o situaciones que no existen, y después, cuando nos damos cuenta, o nos dicen la realidad, nos desencantamos.

Los desencantos, basicamente provienen del mismo egoísmo. Porque se producen cuando no suceden las cosas como nosotros queremos. Y nos entra la pataleta, la rabia, la impotencia y demás sentimientos que nos dejan un mal sabor de boca.

Uno se desencanta de todo, cuando no estamos en armonía con nuestros deseos. y nos desencantamos de las personas cuando vemos que no hacen lo que nosotros queremos. nos enfadamos, nos frustramos, nos ponemos tristes, nos enrabietamos...

Sentimientos controlables... Si es que queremos hacerlo. Y debemos desear que no nos afecte tanto las decisiones de los demás, y sí importarnos las decisiones que seamos nosotros las que tomemos.

Porque no somos propietarios de los demás, y sí de lo que pensamos, sentimos y actuamos.

Nos desencantamos de la vida, cuando no queremos oír lo que nos dicen...

Pero, qué es el desencanto, si no el sueno de la realización de algo que se frustra por el camino?

martes, 28 de junio de 2011

AMOR



Como me gustaría poder describir lo que siento cuando imagino lo deseado, y deseo lo imaginado...

Cuando pienso, y le doy rienda suelta a mi imaginación, pienso en momentos hóspitos, donde la luz sea eterna durante el día, y la oscuridad prevalezca en la noche.

Cuando me susurres al oído, hazlo de manera templada, con ganas, y muy cerca... Para que oiga tus palabras, sin necesidad de alzar ni un poquito la voz... Y para que tu aliento me haga cosquillas, a la par que a mi mente...

Lo que deseo es sólo sentirme protegida y que los brazos de mi ser amado, puedan rodear mi cuerpo, y lo haga con fuerza, con potencia y con sinceridad. Que se acabe el mundo cuando suceda, y que el tiempo no pase, sea eterno, y real.

Lo que deseo es navegar junto a su corazón, con las ganas en vilo, con las ansías perfectas para la ocasión, y con la medida de ternura tan profunda y delicada, que no llegue a empalagarme...

Lo que quiero es tenerte! Y que me tengas. Lo que deseo es que desees lo mismo que yo, pero que no trates de adoptar una personalidad que no es la tuya, sólo por complacerme, ya que eso no dura, y no es verdad.

Lo que deseo es que nuestro amor no se convierta en una persecución, en donde la investigación sea la bandera y el himno de nuestra región.

Lo que deseo es libertad y amor. Nada complicado, y sí realista y parecido a mí...

Sólo quiero vivir tranquila, y refugiarme en ocasiones, pero no asfixiarme con derroches cursis... No podría vivir así...

Lo que es amor para mí, es difícil de comprender, pues es algo mío, que no entiende de patrones, ni de maneras correctas o incorrectas. Y no entiende de un pasado ya vivido, ni comprende qué es el futuro... No piensa más que en el momento en el que está compartiendo, y no tiene prisa por llegar a nada, ni siquiera le da miedo el fracaso... Porque no es egoísta, porque no sabe de prisiones, no sabe de esclavitud, no sabe de toma de decisiones precipitadas, y no comprende de presiones... Ese es mi amor por todo, eso es lo que busco, lo que quiero, lo que deseo, lo que anhelo.

No quiere reglas, ni horarios, ni quiere saber de restricciones, ni de cárceles... No entiende de compromisos, ni entiende del qué dirán, o lo que se debe hacer.

Entiende que las distancias no existen, y que sólo las inseguridades causan deterioros, y malas costumbres.

El amor que yo deseo, no presiona, no envidia, no codicia, y no dice malas palabras, ni tiene gestos que hacen que todo se deteriore a su alrededor...

El amor que yo deseo es sosegado, aventurero, alegre, positivo, astuto, rebelde, caprichoso, curioso, mágico, místico, real y seguro...

Sólo querrá volar hacia algo mejor, y no tratará de maltratar nada de lo que esté construyendo. Sólo sabrá de momentos, y de voces, de algunas caricias regaladas, y regresará con las pupilas llenas de brillo...

El amor que yo deseo es completo, nada confuso y real...

viernes, 10 de junio de 2011

EL TIEMPO



El tiempo pasa y ni siquiera nos paramos a pensarlo bien...

Nos mostramos muy interesados en la hora que es, en la puntualidad de las cosas, pero no nos detenemos a pensar realmente qué es el tiempo, y cuán relativo es...

El tiempo es algo que no podemos tocar, y que no nos pertenece, a pesar de que pensemos que es así.

Cuántas veces nos decimos que no tenemos tiempo para hacer esta cosa, o demostrar amor hacia alguien, o dedicarnos un rato a nosotros mismos es porque nos guiamos por el tiempo que nos tomamos en hacer otro tipo de cosas. Por ejemplo, el tiempo para dormir, que lo necesitamos para descansar. El tiempo para comer, que lo necesitamos para sobrevivir. El tiempo que necesitamos para arreglarnos, que lo necesitamos por aparentar. El tiempo que necesitamos para trabajar, porque de él depende nuestro sustento. El tiempo está racionado según lo que creemos conveniente por la forma de llevar nuestra vida.

Pero el tiempo es relativo. Cada uno es esclavo en mayor o menor grado según lo miremos, y según queramos repartir nuestras horas del día.

Aunque no deberíamos obviar que el tiempor, en horas, minutos, segundos, está dividido por el hombre, y que es relativo.

Cuántas veces ha habido un día que se nos ha hecho eterno, y otro, con las mismas horas exactamente, se nos ha pasado rapidísimo? esto implica muchas cosas, pero la mejor respuesta que se me ocurre es que el tiempo es relativo, y tenemos que hacer uso de él sin obsesionarnos por las cosas que no hemos podido hacer, o por las horas que supuestamente necesitamos para descansar, o por cualquier otro pensamiento de este estilo.

El tiempo es relativo. Pasa lo mismo con las sensaciones, que también lo son. Pero eso es harina de otro costal...