lunes, 1 de abril de 2013

OTOÑO





Hoy por fin llego el otoño a nuestras vidas... Las calles estan repletas de hojas que nos recuerdan que la vida es ciclica, y que todo lo que vive, muere... Y todo lo que muere, seguro volvera a vivir, porque lo cierto es que no hay vida sin muerte, ni muerte sin vida.
Nada tiene de errado aceptar que la vida es de esta manera, y tenemos que aferrarnos a esa idea, independientemente de nuestras creencias.
El problema del no aceptar es la educacion que recibimos, muchas veces generacional, y no en pocas ocasiones, transportada por los genes, ya erradicados.
Las calles estan llenas de hojas, y de vez en cuando puedes ver a personas tratando de recoger, de limpiarlas, tarea ardua y que de poco sirve, ya que en pocos minutos regresan de nuevo... Y es que los arboles necesitan ese ciclo para poder vivir... Ciclo de vida.
Todo se transforma, todo se muere aparentemente, pero solamente para poder protegerse de lo que viene, y por supuesto, no con la intencion de paralizar nada, si no de evolucionar y adaptarse a cada situacion.
La naturaleza es sabia, plenamente sabia, y en cada estacion nos muestra la manera que tiene, que posee, de sobrevivir para despues de tantos cambios estacionales, poder mostrarnos lo bello que se vuelve a poner todo... Aunque personalmente me encantan los colores otoñales... Me recuerdan tanto al ser humano!
Feliz otoño... 

4 comentarios:

  1. La hoja cae apaciguada mientras el viento la corona en su viaje en círculos. Que evocan a una corona de difuntos. Rojiza como las mejillas de una primera vergüenza. El primer beso que nació muerto. Pero los ojos olfatean apaciguados ese olor, el del ciclo de la vida.

    Unos comienzan sin hojas. Mientras que otros emprendemos junto al viento un viaje de muertos.

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  2. Tanto tiempo sin leerte, Caos... Bienvenido de nuevo...

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  3. Gracias. Comienzo a firmar los escritos. Pero pueden robarlos si quieren, no tienen dueño. Escribí un pequeño cuento. Te lo dejo aquí

    Llamaron a la puerta del precipicio, con clara intención de arrojarse. Llamaron tantas veces que la muerte se despertó. Y era festín para ella desayunarse a los amantes. Que cogidos de la mano, proclamaban una sola muerte.
    -Decidme, ¿Por qué aporreáis mi puerta?

    "Este nuestro amor, es inmortal. ¿Quieres comprobarlo?" Decían los amantes.

    La muerte indignada descendió hasta la tierra.
    -¡ No habéis venido a morir por amor !¡ Si no a desafiarme !

    Les abrió la puerta, y los empujó. "Ahora entenderéis", exclamó

    En la caída de los amantes la muerte llevó su mano al bolsillo, sacando un silbato que hizo sonar.

    Amor, como un perro fiel, acudió a pies de su dueña.

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  4. Una maravilla! :) Para detenerse a pensar... Gracias!

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