jueves, 22 de marzo de 2012

LLUVIA


Hoy está lloviendo mucho... El cielo se acontece gris azulado, y a los minutos, turquesa negrizo...
Va cambiando sus figuras según se le antoja al aire, al viento. Y parece que en cualquier momento se caerá el cielo encima de nosotros. Se agradece verse tan diminuto como somos.
La temperatura está fría, pero suficientemente cálida como para no tener que abrigarse. El clima tropical es sorprendente.
Hoy está lloviendo mucho, y mi impaciencia para que sucedan los cambios está al borde de un abismo que desconozco.
La lluvia me tranquiliza, y mi deseo es acurrucarme en la camita, y oír ese sonido envolvente que hace que me sienta apaciguada.
Hoy está lloviendo mucho, y más aún en la energía que tengo. Llueve, llueve y llueve... Y el paisaje de mi alma, es más que positivo. No hay oscuridad, no hay sombras, no hay temores... Sólo el transcurso de una esperanza ansiosa por ser subsanada.
Hoy está lloviendo mucho... No hay nada feo en esta expresión de la naturaleza, sólo hay energía renovada, y mucha vida.
Hoy está lloviendo mucho, y mi tranquilidad está buscándose, y hallándose...

martes, 6 de marzo de 2012

CUAL HURACÁN


Me siento como si un huracán hubiera pasado por mi vida, y tras éste, llega la calma, pero con demasiados destrozos... Lo hay psicológicos, los hay físicos, y los hay de varios niveles, dependiendo de dónde quiera observarlos.

Y después de su paso, llegó la calma, sí. Lástima que una calma que deja mucho cansancio, y mucha carga emocional, además de otras cosas, otras motivaciones.

Siento un cansancio acumulado que el descanso sobre una cama, y durante varias horas, no apacigua, no se nota, ni se palpa.

Quizá necesite una vacaciones que me alejen de mis propios pensamientos, porque facilmente entiendo que el huracán dejó secuelas en mi interior, quizá mayores de las que quisiera o creería jamás.

Quizá alejarme de mí misma, y apoyarme en conocer nueva gente, o aventurarme más con la ya conocida, me disipen un poco, y podamos compartir los huracanes que cada uno vive.

Paso el huracán, y dejó secuelas que no eran necesarias.

Es probable que mi paso por este planeta estuviera ya predestinado directamente a vivir los acontecido, y gracias a estas ruinas, me convierta en lo que seré manana, no lo dudo. Y lo cierto es que me dejó tan cansada, que ni fuerzas poseo para ver ese lado positivo que toda oscuridad tiene para ver, esa luz detrás del laberinto de lo negro.

Emocionalmente dejó trastorno, y físicamente, dejó cansancio y grandes pensamientos sobre la ironía de la vida. Lo material es recuperable, y no me preocupa, aunque en ocasiones puede llegar a atemorizar...

Siento cierto desapego con todo lo que hace que me pueda sentir vulnerable o con mala vibración, y sucede que los huracanes que nos corresponden no son evitables, y es por ello que uno tiene que vivirlos, dejar que destruyan lo que tienen que destrozar, para después reconstruir uno mismo aquello que cree merece la pena. Los cambios que son obligados, sin más. Uno no los hace por voluntad propia, y ahí mismo llega la vida a ponertelo así, para que lo hagas, digamos, a la fuerza.

Es por ello que hay que aceptarlos como vengan, aunque sea difícil de creer...

Mi propio huracán me tiene abatida en este momento, y sé que voy a necesitar un tiempo para recuperarme, al igual que sé que, una vez que lo haya hecho, será positivo, porque habré aprendido una nueva y buena lección de la vida... O varias!

domingo, 4 de marzo de 2012

CARTAS DESDE EL CIELO


Estaba asustada con lo que estaba viviendo, pues me parecía algo extrano e inusual...
Lo que acontecía era así...
Sentada, pensaba en todas las dudas que iba generando a lo largo de los últimos meses, y con lágrimas casi saliendo por los ojos, hacía movimientos que no acertaba a comprender.
Sacaba lápiz, papel y me disponía a escribirme.
Había algo, como una voz interna, que me decía qué debía escribir.
Y era practicamente como un dictado externo a mí.
Las múltiples dudas que yo misma me exponía, eran igualmente respondidas por escrito y por mis propias manos... No entendía, pero así era.
La voz que me hablaba era claramente la de mi querido hermano Jaime.
No podía entender qué estaba pasando, pero aún así, no dejé de escribir lo que oía.
De repente, desperté. Estaba sonando que yo misma generaba dudas, que me respondía a través de cartas... Los suenos son loquísimos!
Pero me quedé muy preocupada con mi estado de enajenación, así que determiné contarle lo sucedido en mi sueno a aquella persona que estaba a mi lado. Quería, al relatarle, que me confirmara lo que yo sospechaba, que me estoy volviendo loca.
Y con una voz como venida del mismo cielo, y una sonrisa amable y carinosa, me dijo:
No estás loca, es tu hermano que te está hablando a través de tus suenos...
A partir de ese momento, dejé de pensar en maltratarme con respecto a este tema, y sonreí maravillada por esa mágica interpretación que me habían regalado.
GRACIAS!

NÓMADA


Como nómada por la vida... Estuve pensando sobre mis múltiples movimientos en esta corta vida, y han sido muchos.
Entiendo que ando buscando el hogar que no logro encontrar, y que trato de adoptar como sea. Aunque sé que no lo logro aún.
No es que no tenga excelentes momentos, sí los tengo, los poseo, y me sonrío al recordarlos... Es que busco algo más allá donde esté. E imagino mejores lugares por conocer, diferentes personas y experiencias que enriquezcan mi alma, mi corazón, mi alma.
Persigo los vértigos que me hagan tener adrenalina, y quizá algún sentimiento o pálpito que aún no haya probado, y me muevo cual serpiente en la selva, o como un pájaro hacia el atradecer.
Persigo fantasías, para tratar de convertirlas en realidad, y no en pocas ocasiones lo he conseguido.
Esa vida nómada, y carente de estática, me asusta cuando la pienso profundamente. Y me alegra cuando lo vuelvo a meditar y veo que son los deseos propios que he llevado a la realidad, a mi mapa personal de la vida.
Una vida nómada, o una vida donde no deseo quedarme quieta.
Una vida ausente de paradas innecesarias.
Una vida inquieta que, a la par que existe, inquieta por ese mismo motivo, por no saber por qué es tan inquieta.
Una vida repleta de cambios constantes, donde el incorformismo es una de las leyes a seguir, autoimpuesta por unos pensamientos que no permiten casi ni descansar...
Nómada soy.
No acierto a saber cuáles han sido los motivos que me han llevado a estar en incertidumbres constantes, y con pensamientos reveladores en ocasiones, mágicos en otras, y de miedo en muchos más.
Y huyo de la quietud, de la templanza, a pesar de que la busco y la deseo. Irónico.
Una vida donde la paz reina en ocasiones, y en otras está carente de tranquilidad.
Una vida donde la inquetud interna aflora en constancia.
Una vida nómada, donde las vivencias son bellas, maravillosas, y poco sensibles y malignas, en otros planos...
Una vida nómada...