martes, 1 de noviembre de 2011

SER CONSECUENTE


Ser consecuente con uno mismo, para poder serlo con el resto, es uno de mis principios fundamentales. Y mirarme por dentro cuando no lo hago, por descuido.
Cada día, en cada relación, veo lo inconsecuente que se comportan algunas personas...
Mal interpretación de las palabras, basarse en lo negativo, en lugar de buscar el lado positivo de las cosas...
Aprendí hace anios que es bueno mirar lo que uno cree, lo que uno desea, lo que a uno le molesta del resto, y los actos que uno hace...
En mi retorcida mente, no cabe el pensamiento de hacer algo que me molestara, y mucho menos, recriminarlo después... Y esto lo veo en mi vida, como lo hacen sin parar muchas de las personas que tengo a mi alrededor...
Cómo puedes molestarte porque alguien haga algo que tú mismo has hecho y volverías a hacer sin problema, y no darte cuenta ni siquiera de que lo que te está molestando, tú lo haces constantemente? no cabe, no entra, en mi cabeza... Tiene un nombre: INCONSECUENCIA.
Mirarse de vez en cuando en e espejo, y ver quiénes somos realmente, es un buen ejercicio mental y personal para crecer, para madurar, para empatizar con las personas que te importan, y para aprender un principio fundamental: ser consecuente de tus actos, respetar los actos de los demás, y no molestarte por cosas que tú mismo haces...
Sinceramente la inconsecuencia de las personas siempre me ha molestado mucho... Es algo que siempre me ha superado... Es un sentimiento que debo cambiar por otro... Porque no me hace bien a mí misma, pero por el momento, sólo puedo tener la intención, y tratar de encontrar la fórmula que me permita no enfadarme con este tipo de actos...
Es que las personas inconsecuentes no miran su reflejo? es que no toman conciencia de sus actos? Es evidente que no...
Deberían mirar sus ojos, y tratar de auto analizar su personalidad, su forma de hacer las cosas, antes de criticar, molestarse, enfadarse, por algo que ellos mismos hacen una y otra vez... Una y otra vez... Y lo más irónico de todas estas personas de las que hablo, es que dificilmente se miran, y rara vez se les pasa por la cabeza que el fallo no sólo está en el resto, si no dentro de ellas mismas... Una pena, pero para ellas... Una verdadera pena, y lástima... Quizá ahí es donde tengo la respuesta... Quizá en lugar de molestarme por sus inconsecuencias, debería tener pena porque no se conocen ni ellas mismas, y no quieren ver más que la paja en el ojo ajeno.... Sí, definitivamente cambiaré mi rabia, mi impotencia, por lástima, por pena...

1 comentario:

  1. Distinguida dama, saludos. Hace unos días, se ha promocionado una campaña publicitaria interesante: “Quiéreme como soy”, orientado a personas “especiales”. A veces, debemos ubicarnos en el lugar del otro para imaginar por un solo instante qué pasa por su cabeza y cómo es su vida.

    Lo maravilloso de la vida es ser diferente, ver las cosas de otro modo. Y, cuando llega el momento justo en que diferimos absolutamente con las personas, debemos “dejarlos ser”. La felicidad no está en el espejo, está en la sonrisa que provoca la “imagen”. Y qué mejor forma de ver el mundo que aceptando a las personas tal y como son.

    La vida, es un don maravilloso. Por qué perder el tiempo en lo negativo, cuando puedes apreciar lo positivo del momento. Agradece a Dios, porque esa persona te tiene a ti cerca, para preocuparte por ella y velar por su bienestar. Todos, en algún momento, necesitamos ser cuidados.

    P.d. Sonríele a la vida. :)

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