viernes, 27 de mayo de 2011

ARMONÍA

Buscando la armonía me encuentro hoy... Porque tengo tanto lío, tanta complicación en mi cabeza y en mi trabajo, que lo único que pretendo es buscar la armonía, y ponerme en mi sitio...
Tratando de buscar la armonía entre mi cabeza y mi corazón... Hoy están desequilibrados... No encuentran esa paz que hace que la balanza no oscile de un lado a otro, si no que se mantenga estable... Pero hoy no estoy equilibrada.
Son días raros, en los que la mente no me deja aclarar mis ideas.
No me veo reflejada ni sumida en tristezas, ni en nostalgias, ni en nada negativo. Simplemente no encuentro mi propio equilibrio, porque tengo muchas dudas, y muchas cosas que pensar y que plantearme... No me gustan las elecciones, menos aún cuando deben ser rápidas... Me gusta el equilibrio, y sentirme protegida por alguna costumbre que haga que éste se mantenga. Cuando tengo que tomar decisiones importantes, o la vida me agobia por algún motivo, salgo de mi estabilidad, y lo único que deseo es reencontrar el equilibrio que habita en mí, y que tanto deseo constantemente.
No. Cuando estoy en esa actitud no me siento triste. No me siento desconsolada. Sólo siento un poco de presión en la cabeza, ya que ella me habla, me dice cómo debo actuar, y normalmente mi corazón suele decirme otra cosa muy diferente...
Cuando esto ocurre, entonces, empiezo con las obsesiones. Y eso, eso sí que no es buena companía para mí. Y no, no me hace bien. Porque obsesionarme con algo, con alguien, es algo que detesto. Me conozco bien, y siendo caprichosa como soy, esa obsesión casi siempre pasa a un segundo plano una vez que la he conseguido... Da igual del tipo que sea... Sólo me pasa cuando estoy en desarmonía entre la cabeza y el corazón... Y es por ese motivo que siempre ando en armonía conmigo misma... Porque me conozco bien, y sé que es la única forma de estar estable, tranquila, y actúo como quiero hacerlo, y no desde un prisma de obsesión por las cosas...
Busco la armonía en todo. En mi casa, en mi trabajo, en mis relaciones amistosas, en mis relaciones viscerales... En todo! Pero sobre todo, busco la armonía que está dentro de mí, para poder equilibrarme y no caer en absurdos malentendidos, ni obrar mal, ni ser demasiado dura conmigo misma, ni por supuesto con los demás...
Porque en días como hoy, nada me sirve, ni siquiera las personas que circundan mi vida... Y mucho menos yo...
Sólo quiero buscar la armonía entre mi cabeza y mi corazón, y que se equilibren cuanto antes, para no cometer ningún acto que pueda hacer que luego me arrepienta... No me refiero a hacer maldades, si no a cometer imprudencias, como darme prisa en tomar decisiones que pueden cambiar mi vida... No me refiero a maldades, si no a tomar por bueno algo que no lo sea tanto... No me refiero a equivocarme, si no a precipitarme en determinar las circunstancias...
Lo que quiero es que aparezca de una vez por todas, esa armonía que necesito, y también... Un poco de silencio dentro de mi mente...

miércoles, 18 de mayo de 2011

PARA SER FELIZ



Qué necesitamos para ser felices?



Qué es lo que anhelamos constantemente?



Cómo realizaremos lo que deseamos?



Cómo llevaremos a cabo los planes que nos provocarán esa felicidad que tanto codiciamos?



Qué pedimos de la vida?



Qué pedimos de nosotros mismos?



Qué obtendremos con las experiencias?



Cuál es la fórmula de la felicidad?


Tantas preguntas, y tan difíciles de responder...

Por mí parte, tengo mis trucos, por nombrarlos de alguna manera... Lo primero, y el más efectivo de todos, es ser agradecido con todo! Agradecer por todo lo que tenemos, que no es poco en absoluto. Podemos respirar, caminar, ver, oír, sentir, degustar, disfrutar si ese es nuestro deseo... Tantas cosas que no nos paramos a pensarlas, porque las damos por hechas... y hay tanta gente que carece de ellas, que me parece que son motivos más que suficientes como para estar contentos...

Otro manera de sonreír, es saber que hoy lo puedo hacer, tengo la facilidad de hacerlo, y sobre todo, la gana de hacerlo. Quizá otro día no pueda, por varios motivos... O bien porque ya no esté en este plano, o bien porque una carga demasiado asfixiante esté posándose sobre mis hombros... Pero si hoy puedo, si no me siento cargada en exceso, no dejo que malos pensamientos nublen mi sonrisa... Pero sobre todo, lo consigo, porque yo lo deseo... Es mi deseo estar bien, y es justo que trate de buscar la felicidad allá donde esté o allá donde quiera ir...

Para ser feliz necesito algunas cosas. Necesito que haya cierto equilibrio en mi vida. Tonterías, o cosas que pudiera ser que a otra gente no le importe, pero para mí es fundamental. Necesito orden y limpieza en mi exterior. Higiene y paz... Sin estos elementos, mi ser interior se deteriora, y no deja que esté tranquila. Si no estoy tranquila, rara vez sentiré ni un ápice de tan preciado sentimientos.

Otra de las cosas que necesito, es ver tranquila a la gente a la que quiero, y que está a mi alrededor. Facilmente me desespero cuando veo injustaficados arrebatos de rabia, descontrol o egoísmo, y tengo que concentrarme muy bien para poder llegar al estado que espero, que deseo.


Para estar feliz, necesito tener el mar cerca, visitarlo a menudo, y dejar que mis manos lo toquen, y si es posible, que la brisa marinera haga llegar un poco de rocío salado a mi tez... Mucho mejor aún, si puedo sumergirme en esas aguas que tanto me agradan y que se convierten en mi propia piel cuando me sumerjo en su profundidad.


Para estar feliz, sólo necesito ciertas cosas, y ciertas actitudes. Sobre todo, actitudes mías... La felicidad no se busca o se justifica con el comportamiento de los demás, si no en cómo uno mismo se tome las cosas, en cómo trate de ver las experiencias que le ocurren, y responsabilizarse absolutamente de la felicidad que corre por tu venas, o vive en el olvido de tu corazón...


Anhelamos que algo o alguien nos trate de determinada manera para ser felices, y ese es un gran error.

Tener o poseer ciertas cosas materiales, acumular todo tipo de cosas... Y de tanto anhelar, nos olvidamos de nuestra esencia...

Con esto, no trato de expresar que las cosas materiales no nos den satisfacción, porque mentiría si así lo hiciera, trato de expresar que no es solamente lo que nos llevará a conquistar nuestra propia felicidad.


Cómo realizaremos lo que deseamos? tenemos que hacerlo como deseemos hacerlo. Siempre respetando el espacio de los demás, siempre tratando de no acaparar, no ser constantemente protagonistas de una vida que no es la nuestra, etc. Debemos y tenemos que tratar de realizar nuestros deseos de la manera que los visionemos, y respetando al prójimo, así como a nosotros mismos.


Cada uno pide diferentes cosas para que su vida marche como desea. Creo que lo más importante sería tener claras nuestras prioridades, nuestros anhelos, y sopesar por dónde querremos empezar para comenzar a trabajar sobre lo que queremos que llegue a nuestra vida facilmente.


Las experiencias que vivamos, no son más que un regalo que la vida nos ofrece gratis. Y como tal, debemos estar agradecidos por las cosas que nos pasen. ya sean buenas, malas, regulares o espectaculares. Gracias a ellas, nos iremos convirtiendo en el ser humano que se va formando según avanzamos por el sendero de la vida, y que reacciona de determinada manera o de otra, dependiendon de lo que haya vivido, cómo se haya tomado esa experiencia, cómo la ha madurado, y de qué manera le afecte. Parece que no, pero eso es así... Y podemos elegir entre quedarnos con lo mal que nos ha ido esto o aquello, o lamentarnos de nuestras cosas, o podemos tratar de tomar el camino de la escuela gratuíta que la vida nos regala. Es una elección exclusivamente nuestra.


Como toda lección, nadie dice que es fácil, nadie ha dicho que es como debemos hacerlo. Es sólo un consejo, para poder encontrar lo que todo ser humano busca incansablemente:


LA FELICIDAD.




lunes, 16 de mayo de 2011

MACHISMO INJUSTIFICADO

Increíble pero cierto.
Sé que el machismo aún está fuertemente arraigado en nuestra sociedad, en algunas culturas mucho más que en otras.
No soy persona que crea en el machismo ni en el feminismo, la verdad. Creo que en rol que cada uno tiene que tener, tanto como mujer y como hombre.
No soy persona tampoco de manipulaciones; ni de hacerlas, ni de que me las hagan...
Odio tremendamente la mentira, y es algo que no perdono. La gente que me conoce, y que me respeta, jamás lo haría porque saben que pueden perder todo conmigo... Al igual que yo no lo hago, y respeto las cosas como son...
La pregunta de esta semana sería la siguiente: Por qué aún hoy, existen hombres que si no les haces caso, a los que ignoras, tienen que inventar y levantar falsos testimonios? crear su fantasía metiendo a una dentro de ella, y para colmo de males, contarla como si hubiera ocurrido en la realidad? que defecto tan malo... Que ganas de provocar dolor innecesariamente... y por qué? no tengo idea del motivo! quizá es porque ven malherido su orgullo varonil, y con mentiras contadas y salidas de sus labios, sienten que su ego se hincha... Pero es una ridiculez! porque ellos mismos saben que no es cierto! Y las personas que les escuchan son aún peores! Ya que no hay nada peor que escuchar a un hombre que te cuenta sobre sus intimidades personales! Entiendo que una de las partes importantes de la madurez sería la discreción, y el auto valor... Pero, lamentablemente, algunas personas no alcanzarán jamás ese tipo de pensamiento, lamentablemente porque las neuronas no les alcanzan para mucho más que estar pensando el provocar...
Lo mejor que se puede hacer? tratar de ignorar, y seguir disfrutando... Sobre todo, porque si no le has hecho caso, y después sabes que habla mentiras sobre tí, te sentirás mucho mejor, por no haberle dejado ni asomarse a tu intimidad!
Parece mentira! En pleno siglo 21 y con las edades que tenemos! Una verdadera lástima!!!

jueves, 12 de mayo de 2011

NOSTALGIAS



Cuando los días se tornan tristes, siento que es por la nostalgia que corre por mis pensamientos...

Nostalgia de los momentos vividos.

Nostalgia por haber perdido seres queridos.

Nostalgia de los amores frustrados.

Nostalgia del amor que está lejos, a miles de kilómetros...

Nostalgia de la bondad que existe en los infantes.

Nostalgia de la inocencia y la tranquilidad.

Nostalgia de los juegos y las persecuciones.

Nostalgia de las hojas caídas de los árboles, cuando llega la estación.

Nostalgia de sentir euforia, y de palpitar.

Nostalgia de ciertas alegrías irrecuperables.

Nostalgia de la carencia de despertador por necesidad...

Nostalgia por verme de otras formas, de otras maneras...

Nostalgia por el calor madrileno.

Nostalgia por la nieve del norte.

Nostalgia por la cocina de mis manos, y por las especialidades del país donde nací.

Nostalgia por tener a mi príncipe cerca siempre.

Nostalgia por dividir, restar y sumar...

Nostalgia por disfrutar de todo, y preocuparme por nada.

Nostalgia por todo, tristeza por nada...