Hoy me desperté pensando en los bonitos colores de la vida, y las miles de formas que tienen y se representan.
El azul del mar puede inspirarme a diario, pues es absolutamente mágico y cambiante.
El blanco que hoy resplandece en el cielo recuerda a los finos algodones y al mismo hogar del Todopoderoso.
La transparencia de las gotas de agua da que pensar que hay y existen colores que no podemos ver, pero que sin duda están allí, para nosotros. Podemos saber, de esta forma, que no solo lo que vemos con los ojos es de esta manera, o de otra... Las cosas no siempre son lo que parecen... Y existen colores que solo podremos apreciar con los ojos cerrados.
Todas las palmeras que se cruzan en mi camino, o yo en el de ellas, tienen un color verde muy diferente, como si fuera su originalidad lo que las diferenciara una de la otra.
El gris del asfalto, en la carretera que me lleva a mi trabajo, poco sabe de natural, pero si mucho de diferenciarse con otros.
No hay monotonía en ningún color, no hay nada exactamente igual, nada.
Quiero disfrutar de cada color, no solo hoy, si no el resto de mis dias, porque los colores son como la musica... Y sin ellos, estamos ciegos...
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domingo, 2 de diciembre de 2012
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