Tan lejos han quedado esos pensamientos que defendían lo indefendible desde que vivo y resido aquí... Tan tan lejos... Casi ni me acuerdo del significado...
Amistad...
Una palabra al fin. Una palabra, no necesariamente tiene que ser otra cosa más que eso. Y es evidente que aquí, donde vivo, donde pazco, no la he encontrado... No la he encontrado en el sentido que yo la considero, en el que yo la creo... Sólo existen otro tipo de actuaciones, otro tipo de sinónimos que en nada se parece a lo que yo siempre he creído, he defendido... Nada que ver!
Duele? claro... Cómo no doler? pero eso no significa que me muera de dolor... no, es sólo dolor pasajero, sólo algo temporal hasta que asimile del todo que es así, y que será así... aquí... Sólo eso...
Amistad. Yo... Que tanto defendí su significado... que tanto quise apegar a mí, y a mis más profundos anhelos de salvaguardar a los que decían que pertenecían a ese grupo...
Hablar, hablar y hablar... Hablan a escondidas, y son cobardes! No se atreven a decir quienes son de verdad... Ellos dan más pena!
Yo estaré sola, pero claramente sola, y no con mi automentira de creer que estoy con alguien... Por lo menos no me miento a mí misma... Por lo menos no me conformo...
Tengo un sentido de la amistad que en nada tiene que ver con nada de lo que, hasta ahora he visto, he decubierto aquí... Y esa es la realidad...
Hablar de hombres... De lo malos que son... De las compras que he hecho, de lo flaca o gorda que estoy, de la operación que me haré, de lo buenísimos que están los vecinos... Eso no es amistad, es sólo una aparente conversación totalmente vacía. y prefiero no tenerla... Podría hacerlo, pero no la necesito en estos momentos, no la quiero...
Amistad! Cúan a la ligera hablan de ese sentimiento tan profundo, tan verdadero, tan puro y tan real, cuando no hay mentiras, sobre todo cuando no hay falsedad...
Aquí me he encontrado eso, sobre todo eso... FALSEDAD...
Amistad... No recorro mi camino con ella, y lo cierto es que tampoco la siento por nadie que esté en mi vida ahora... Y es por ello que divago y echo de menos mi anterior vida, en la que la amistad tenía un significado totalmente distinto... Será que estamos cerca del ecuador y la amistad no nos deja igual ante las personas? yo tampoco soy igual...
martes, 18 de mayo de 2010
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Hace tiempo transcribí estas palabras en mi blog... algunos se las atribuyen a Borges, pero otros dicen que son de un "anónimo".
ResponderEliminarYo creo que el contenido de su mensaje es invaluable :)
El Árbol de los Amigos.
Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino. Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar, mas otras apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos. Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.
El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá, que nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros. Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.
Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz. Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces es llamado un amigo enamorado. Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies. Más también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca.
Hablando de cerca, no podemos olvidar a los amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra. El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.
Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad. Hoy y siempre... Simplemente, porque cada persona que pasa en nuestra vida es única. Siempre deja un poco de si y se lleva un poco de nosotros. Habrá los que se llevarán mucho, pero no habrá de los que no nos dejarán nada. Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.
Bello! Gracias por tus palabras!
ResponderEliminarHaydée, me considero tu amiga. ¿Me honrarías con tu amistad? Te quiero... :)
ResponderEliminarTuti