Sí, porque veo el mar de frente y recuerdo fantasías que son difíciles de realizar, sobre todo porque no lo veo tan claro... Sobre todo porque las fantasías, fantasías son, y es mejor mantenerlas como tal, como lo que son.
Porque recuerdo un tiempo en el que mis deseos eran muy diferentes de lo que ahora son.
Porque el futuro cada vez está más cerca, y es ahora cuando se siembra, es ahora la temporada propicia. Y la siguiente, será la de cuidar la cosecha, y más tarde, la temporada de recoger y ver el fruto maduro de eso sembrado... es así.
Porque ahora respiro un aire más maduro y más inteligente, y con los pies anclados a las posibilidades que mis esfuerzos me dan... Sin casarme con los infortunios gratuítos y que están en mi mano.
Porque el mar reclama que lo haga así, y yo estoy en acuerdo con él, y firmo el pacto de verlo a menudo, y él a cambio, me brinda su olor, su inmensidad, su color, y mi deseo de vivir en él...
viernes, 17 de septiembre de 2010
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