CLEOPATRA Y MARCO ANTONIO

Cuenta la bonita historia que paso a relatar, que cleopatra y marco Antonio hacía siglos que nos se veían...

Como estamos en una época muy moderna, y gracias a los medios de comunicación, pudieron ponerse en contacto de nuevo. Marco Antonio la buscó entre todos los medios que conocía, quería volver a reencontrarse con ella. Por fin lo consiguió, aunque no albergaba esperanza alguna de que ella quisiera responder. Quedó a la espera.

Ocurrió! Ella le escribió y pasaron una larga y bonita temporada compartiendo escritos, contándose lo que les iba ocurriendo en su día a día.

Llegó el día en que comenzaron los planes para verse las caras de nuevo, y esto les puso nerviosos. Sentimientos de alegría, pero también de inquietud, de incredulidad, y de todo tipo...

Pasaron la semana anterior al encuentro, escribiéndose aún más, con la tranquilidad de ya conocerse, que es una buena ventaja...

Los días pasaban deprisa, a pesar de que pudiera parecer lo contrario. Y ella fue a buscarle al aeropuerto al que Marco Antonio llegaba. Cuando se vieron, no pareciera que hacía siglos que no lo hacían. Fue algo tan natural, la confianza era la misma!!!

Con alegría y la sonrisa instalada en sus caras, fueron hablando durante todo el recorrido que les quedaba por pasar juntos, mientras llegaban al lugar donde se hospedarían.

Allí les aguardaban todos los amigos de Cleopatra, disfrazados de atípicos modernos marcianos. Gozaron muchísimo, se rieron mejor que nunca, y la felicidad fue su companía...

Poco después de la fiesta, regresaron a sus aposentos, y como es típico en ellos, se banaron en la gran banera redonda de leche de burra, para tonificar sus pieles y seguir disfrutando del poco tiempo que podrian compartir.

Todo salió a pedir de boca. El fin de semana compartido, resultó ser mucho más romántico de lo que hubieran podido imaginar, y la sonrisa desde entonces, quedó grabada en su alma y en su mente.

Ahora están de nuevos separados por una gran distancia, pero el destino es tan incierto, que no sabemos que podrá pasar... Sólo nos quedará esperar a ver qué quiere de ellos el destino...