Sólo en ocasiones puedes distinguir bien entre lo coherente y lo no coherente, pues muchas cosas a tu alrededor pueden cambiar en constancia, y lo que creías que era, no lo es... O lo que es, no hubieras creído que fuera...
Muchas veces buscamos el camino más corto a lo que deseamos, y vemos, feliz o infelizmente, que el camino se hace cuando se tiene que hacer, y que los atajos no sirven, porque lo que tenga que ocurrir, así será... No por la creencía de un destino ya escrito antes de nuestro nacimiento, si no porque es nuestro camino el que se va forjando paso a paso, y cuando las huellas están casi escritas, no es conveniente tratar de borrarlas o no alcanzarlas... O tratar de pisarlas rápido...
Hay veces que el día es más oscuro que la noche.
Sólo se entiende lo que se quiere entender en realidad.
Me aburre pensar que las personas entienden a conveniencia, y que no se paran un momento a pensar en sus propios fallos, y viven buscando y criticando los fallos del resto.
El camino así no es bonito, aunque sí es de constantes aprendizajes.
Y es que el saber conscientemente que el día a veces es oscuro, también forma parte de la vida... Y saber que la noche teje su propia iluminación en cada momento, es otra buena forma de ver la vida.
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