martes, 24 de julio de 2012

TODO PÓR UNA NOCHE...



Todo por una noche...El silencio lo calmaba todo, y en los sueños profundos, no cabía ni un ápice de violencia acústica, solamente el cansancio...
De repente, un sonido inesperado que rompe una sosegada tranquilidad.
Un amante trepador, tocaba la puerta de vidrio que separa la cama de la calle... Un balconcito que puede hacer realidad los deseos.
Él sólo quería estar con ella, compartir su última noche en aquel lugar, con la que, desde hacía unas cuantas horas, era protagonista de sus deseos y pensamientos... 
No le importó romper las barreras de la noche, y de la confianza. Sólo quería volver a tenerla a su lado, y respirar su aroma.
Ella, profundamente dormida, logra abrir los ojos, pero algo confusa por la profundidad de su cansancio.
Cuando reconoce su cara, la alegría invade, de nuevo, su alma... Se acostó pensando que jamás le volvería a ver, y mucho menos a tocarle. 
La partida de él era inminente, y faltaban pocas horas para ella.
Cuando sus caras estaban, por fin, cercanas, la sonrisa se instaló en ellas, como si ese momento fuera el único que existiera en el mundo. Y la noche se convirtió, de repente, en la más mágica de las noches.
Los abrazos fueron largos, apasionados, y con afecto, amor y carino nacido desde el desconocimiento... Sólo el cosmos sabía por qué ellos se sentían como si estuvieran hechos el uno para el otro....
Largos fueron los húmedos besos. Largas, también, las palabras sin pronunciar de un amor recién nacido, y sin justificación...
Las caricias fueron saciadas, sin prisa, y sin tapujos. Y los olores predominaban en un ambiente tan romántico, que sólo ellos podrían saberse reales, dentro de una burbuja mágica y maravillosa.
Pasaron las horas como si de segundos se tratara, y sin aviso, el sol estaba saliendo...
Llegaba la hora que ninguno deseaba... La hora de irse, de alejarse, de desprenderse de esas manos que tan amorosamente habían tocado los cuerpos... Llegaba la hora de quedarse sin el contacto físico que tanto los unió durante horas...
Ambos estaban tan alegres, y tan confundidos a la vez, que es difícil describir un amor así... Sólo ellos saben lo que ocurrió con sus vidas... Sólo ellos saben cuál será la mejor manera de conservar algo tan grande, tan bonito, tan angelical...
Y esta historia tan apasionada y de cuento de hadas termina así... No sin antes celebrar la alegría de vivir, compartir esta magia, y llenar mi corazón de recuerdos o imaginaciones...

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