Pensamientos que tuve en Cabarete...
Bello sitio para pasar unos días tranquilitos, fuera de la selva que es la capital de este país. Allí te sientes como en otro planeta, o por lo menos, como en paz...
Tras llenar nuestro estómago matutino, podemos leer claramente un cartel en el que dice: " se necesita cocinero profesional"... El restaurante en cuestión es muy bonito, como de colores, con un ambiente estupendo...
Todos los que estábamos compartiendo mesa, nos quedamos callados, meditando, a sabiendas de que toditos estábamos pensando en la misma persona...
Mi hermano mayor tenía agua en las pupilas, y una expresión entre melancolía y tristeza...
Todos coincidimos, tácitamente, en que Cabarete hubiera sido el sitio ideal para Jaime.
Le hubiera encantado compartir con otras personas ese ambiente. Hubiera hecho todos los deportes que tanto le gustaban... Hubiera podido desarrollar más su profesión como cocinero, desarrollar su arte como tatuador, y dejarse llevar por su sangre artística, dibujando y creando...
Pero nunca se dió! No conocerá el sitio, no respirará el aire marino que allí existe... Ni podrá cocinar para ningún restaurante... Tampoco podrá seguir desarrollando su mente, ni sus manos...
Lo que seguirá teniendo es nuestro constante recuerdo, nuestro penar por su falta, y nuestra alegría por haber compartido con él...
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