miércoles, 18 de julio de 2012

CAMBIOS





Como siempre ocurre en mi vida, los cambios son una de mis fortalezas. Y me siento cómoda con ellos... A pesar de que me desesperan, en ocasiones.
Llevo varias semanas queriendo escribir sobre el último, y fuerte cambio en mi vida, pero no encontraba el tiempo, o a la inspiración para hacerlo.
Sobre mí misma tengo  mucho que contar. Sobre las ganas constantes de sonreír, y de buscar mi felicidad... Llevaba ya tiempo sin sentirla de verdad... Sincerándome conmigo misma, y viendo que realmente no estaba en mi estado anhelado... Y sin darme cuenta, estaba metida en una espiral, un ciclón me atrapaba.
Una vida ejecutiva, con moda, tendencias, consumismo, y falsedad... Trabajo, creatividad, estres, más trabajo, quedadas con las amigas a tomar alcohol. Resacas desafortunadas, pensamientos de preocupación, pagos y más pagos... Una vida cosmopólita. Una vida que estaba llevando, y que en el fondo de mí, no quería tener... Solamente que no me estaba dando cuenta de ese pequeno detalle. Nada más...
Una tarde cualquiera, una de esas en las que mi apartamento estaba lleno de vacío, otra vez, me paralizó el sentimiento de infelicidad y de necesidad de cambio. Y en ese momento, como una luz penetrante, llegó la respuesta a lo que quería... Vivir, de nuevo, cerca del amor más grande que ha existido y existirá en mi corazón... El Mar! 
Quería, necesitaba, estar en contacto constante con él, y poder verlo cada día... 
Empecé, no sin estar algo inquieta, con la recolección de lo que realmente necesitaría para embaucarme en ese cambio. Y me dí cuenta de cuántas cosas inservibles tenía entre mis posesiones...
Increíble es, por ejemplo, tener 89 pares de zapatos, ropa para todas las ocasiones... Muebles, adornos hogarenos, papeles, recuerdos de un pasado que ya pasó... Cosas que acumulé y que no tienen valor real. Por lo menos, no el valor que debe servir para SONREÍR!
No hubiera podido imaginar todo lo que doné para las presas de una carcel femenina que está cerca de la caótica capital de esta maravillosa isla... Puf! increíble... No apego, no posesión... 
Regalé, también, muchos muebles y adornos. Y otra gran parte, la vendí para poder subvencionar la nueva vida que se estaba ya gestando en mi cabeza...
Aún hoy siento que tengo demasiadas cosas materiales... Y quiero seguir haciendo limpieza, para poder seguir limpiandome a mí misma... 
Me siento mucho más libre, mucho más liviana y docil conmigo misma.
Muchas personas no han comprendido nada de este cambio. Mi naturaleza está increíblemente agradecida conmigo por esto que vengo haciendo.
Tengo una vida salvaje, donde sólo caben las alegrías, los buenos sentimientos, y donde el desapego material está presente...
Mi hogar es ahora mucho más pequeno, mis necesidades para sonreír también lo son...
De ejecutiva a salvaje superviviente... No me averguenza en absoluto! Más verguenza debería tener si no persiguiera mis suenos y mis ganas de crecer interiormente...
Me siento libre para vivir el día a día, sin presiones, sin horarios demasiado exigentes, y con la bandera del arco iris sembrada en mi corazón...
Estoy tan feliz que ni siquiera podría describir el sentir... Y no me hace falta nada... Da igual que llueva, truene, haga sol, o demasiado calor... Mi vida ha pasado de color marrón oscuro a rosadito azulado...
Mis sentimientos hacia todo son particularmente sensibles a la bondad y a las ganas de disfrutar CADA DÍA... Cada vez más...
Y siento que lo mejor que he hecho en mi vida, es este cambio, que, sin duda, marca un antes y un después...

2 comentarios:

  1. De todo lo que he leído de ti no me había identificado tanto como con este post (claro que nunca he tenido 89 pares de zapatos)

    ResponderEliminar
  2. Sabes que te adoro? Así es... A pesar de que sólo coincido contigo por casualidad, y en sitios inesperados! Un besote Mota! Hasta que el destino nos junte de nuevo!

    ResponderEliminar