Estaba agotada... Demasiado trabajo, demasiadas presiones de aquí, de allá... Pero la amistad que siente mi amiga por mí, actuó beneficiosamente.
Una propuesta creativa. Pintaríamos en mi nuevo apartamento para que se viera mejor... De esa manera, ella podía regalarme lo prometido, mi mesita con un cuadro de ella, y yo tendría el empuje suficiente con su presencia, para finalizar lo que todavía no había empezado.
Me sentí muy bien. Estábamos las dos oyendo música. De vez en cuando intercambiando algunas frases, algunas palabras, pero no demasiada conversación. Concentración y artisteo era la bandera de mi apartamento...
Normalmente soy una persona nerviosa, inquieta, que no paro ni al sol ni a la sombra, pero estaba agotada, estresada... Ella, que me conoce súper bien, lo sabía, no sólo porque yo se lo había dicho, si no porque me conoce muy bien... Así que cuando terminamos nuestros quehaceres artísticos, me invito a una velada que no podría haber sido mejor... Pasar la noche en el campo, donde el silencio es el propietario de la oscuridad, y las buenas vibraciones fluyen por donde quiera que mires.
Allí me llevó, a descansar... Bebimos vino, hablamos poco, descansamos más, y gracias a ella, puedo tener la energía que hoy Lunes tengo... Gracias a su comprensión, a sus ganas de ayudarme, como siempre, y a su companía, que confirma de nuevo que, en la amistad hay muchas puertas por abrir, pocas por cerrar, y es de los sentimientos más importantes y bonitos que existen en este mundo! Sin ella, no podríamos vivir! Gracias Cricri!!! Te quiero mucho!
No hay comentarios:
Publicar un comentario