El síndrome de una batalla que está por pelearse, y que tendrá, como toda batalla, un premio al ganador de ésta...
Aunque en muchas ocasiones, el premio no suele saberse como tal hasta que no es entregado al ganador...
Una lucha entre titanes está reflejándose en el agua, y en el cielo, y la batalla está en pleno furor...
Luchan la cobardía contra la nobleza, la mentira y la prepotencia.
Una batalla que es complicada entre ambas partes, ya que pelean por algo que no se puede sortear... El amor humano, la calidez de las caricias de las manos anheladas, y el disfrute de una respiración en concordancia con los pálpitos del corazón.
Y el premio no sabe que lo es...
Y la lucha se convierte en hartimanas que suelen jugarse malas pasadas... Todo se vale en esta pelea de titanes... Todo todo todo...
Se manipula, se distorsiona, se secunda falsamente, y se vota por el mayor terrateniente.
Es increíble como se puede disputar algo que no es rifable, más sin embargo así lo hacen, y sin pedir permiso de nada, de nadie, se enfrentan dos fuerzas, buscando el premio que creen merecerse... Sin saber realmente si es así, porque lo dan por hecho...
Qué difícil es entender las batallas por las personas...
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