Quisiera ser nube, aunque sólo fuera por unas horas, y poder estar libre, divagar por el cielo, mientras soy observado por las miradas curiosas de las figuras que formo.
Quisiera ser nube para poder levitar durante horas, y transportarme hacia los sitios donde hiciera falta mi agua, mi humedad, mi presencia...
Quisiera ser nube para poder dar sombra a quien la necesite, fresco a quien esté acalorado, y tibieza a quien arda...
Quisiera expresar mis sentimientos de una manera libre, cambiando mis formas, según mi apetencia, y pasear a través de los campos, al antojo del aire... El que me impulsa, el que me lleva, el que me transporta donde él quiera...
Si fuera nube me pararía a observar el mar, y estaría constantemente arriba de él. Trataría de reflejarme y verme, y sentir que soy nube, que soy libre, que no tengo necesidad de nada más que de estar allí.
Si fuera nube sería momentaneo, efímero...
Si fuera nube, estaría viajando a los lugares que más hiciera falta mi presencia, y mi acompanante sería el sol, y el mar...
No hay nada más sublime que la libertad. Sea física o mental, es un sentimiento que nos atrae placenteramente hacia una forma distinta de ver las cosas.
ResponderEliminarLo cierto es, mi querida, Haydee, que: somos libres. Esas ataduras que tenemos, están más en nuestra mente que en lo físico. Familia, trabajo, responsabilidades... los adultos tenemos tantas ataduras que a veces olvidamos que disfrutamos de una absoluta libertad. Sin embargo, todo en la vida tiene un precio. Algo ganamos y algo perdemos. Si yo fuera una nube, sería una gran tormenta.
Por cierto, no vale la pena escribir más como anonimo :)
Gracias por tus palabras... Como siempre!
ResponderEliminarSí, prefiero, yo también que seas tu mismo, y no Anónimo! ;)